María Dolores Fernández: «La sociedad debe tener más información del trabajo que nosotras, las mujeres, realizamos»
Visibilizar. Cambiar. Avanzar. Hay mucho que hacer en el mundo de hoy en el campo de la igualdad. En el caso de las ingenierías y las carreras STEM, el desafío es especialmente grande. Es por eso que hoy, con motivo del 8M, decidimos hablar con María Dolores Fernández Rodríguez, doctora en Ingeniería Agrónoma por la Universidade de Santiago de Compostela, docente e investigadora del Campus Terra y presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería.
Conversamos con ella sobre los estereotipos y las trabas sociales, económicas y administrativas que suponen un muro para elevar la cifra de mujeres ingenieras, sobre los retos que plantea este momento histórico y sobre el trabajo de la comisión que preside.
En la entrevista hay también espacio para analizar su labor como docente e investigadora en campos como la eficiencia energética y la sostenibilidad de sectores como el agrícola y el ganadero.
Dedíquenle unos minutos, vale mucho la pena…
-En el 2003 se convirtió en doctora en Ingeniería Agrónoma por la Universidade de Santiago de Compostela. Dos décadas más tarde… ¿Considera que se produjeron grandes avances en materia de igualdad en este sector? ¿Existen más referentes femeninos a día de hoy?
-En estos más de 20 años cambiaron muchas cosas en igualdad. Desde mi punto de vista, la más relevante es la toma de conciencia de la existencia de la desigualdad y la adopción de ciertas medidas correctoras. Pasamos de momentos en los que la igualdad se suponía ya adquirida a un análisis mucho más profundo y avalado por cifras que nos descubren la realidad en la que la desigualdad por motivos de género es un patrón presente en nuestra sociedad y más aún en la investigación.
El acceso a contratos de investigación es extremadamente competitivo y, hasta hace bien poco, no se consideraban permisos de maternidad o paternidad, lo cual dejaba fuera a las mujeres. La cuestión es: ¿Por qué no deja fuera a los hombres cuando son padres? La sociedad en su conjunto tiene que cambiar.
En cuanto a referentes, hay un interés social mucho mayor y se están haciendo esfuerzos por visibilizar a las excelentes mujeres que desarrollaron papeles esenciales en la ciencia y en la tecnología, que esperemos sirvan para abrir camino para las nuevas generaciones.
-Cuando se observa el porcentaje de alumnos y alumnas en las aulas, en las carreras STEM aún se pueden apreciar diferencias notables. ¿Qué medidas pueden tomarse para atraer más talento femenino?
-Cuando se indica que aún se pueden apreciar diferencias notables, ese “aún” manifiesta una falsa percepción de que vamos mejorando hacia la igualdad de mujeres y hombres en las carreras STEM.
Si bien eso es cierto en el caso de las carreras de ciencias y matemáticas, no es así en el caso de Tecnología e Ingeniería. En esta última, en la que me puedo centrar, aunque hay un amplio abanico, las cifras actuales son muy semejantes a las cifras de los años 90, mejoraron hasta la crisis de la construcción en torno al 2010 y aun no recuperaron los valores anteriores.
Pienso que las medidas deben ir acompañadas de la visibilización del trabajo de las mujeres en las carreras STEM, incluidas las ingenierías, de su valía, de su solidez en estas carreras imprescindibles. La sociedad debe tener más información del trabajo que nosotras, las mujeres, realizamos unido al conocimiento de las propias carreras, que muchas veces es menudo. ¿Qué es la ingeniería? ¿Quién puede responder a esa pregunta?
Solo desde el conocimiento seremos libres para elegir, y en los centros de secundaria se debe abordar ese trabajo para lograr una mayor inclusión de las mujeres en opciones laborales de futuro y con buenas expectativas laborales, como la ingeniería.
-¿Cuáles son los principales desafíos a los que deben hacer frente las mujeres ingenieras?
-Primero decir que, desde un punto de vista estrictamente de la labor de la ingeniería, el desafío es idéntico al de los hombres, no habiendo diferencia en las habilidades para abordarlos. De manera específica, el hecho de ser minoría supone ya una desventaja en sí, en los propios procesos democráticos o en la práctica inexistencia de la imagen social de ingeniera, lo cual puede suponer una traba en el inicio de una relación laboral.
De hecho, muchas mujeres emplean el término ingeniero para definir su profesión o usan únicamente sus iniciales para firmar. Los propios colegios profesionales emplean la palabra ingeniero en su designación, en lugar de ingeniería. Aún está presente la actitud paternalista por una parte de compañeros o superiores, que proporcionan un amparo que las mujeres deben vencer en muchos casos para avanzar en las carreras profesionales.
Puedo añadir que las labores burocráticas sin reconocimiento recaen más frecuentemente sobre mujeres, mientras que las de representación, y por tanto con reconocimiento ya sea social o económico, son asumidas con más facilidad por hombres. De hecho, la presencia en puestos de dirección y en los más altos de las carreras profesionales siguen estando reservados prioritariamente para los hombres.
Probablemente, estas situaciones propias de profesiones profundamente masculinizadas, sean derivadas de la estructura social y de las instituciones que nos exige llevar la carga de los cuidados en el ámbito doméstico o nos desconsidera para la realización de actividades de coordinación, dirección o mando, e incluso nos censura si demostramos ambiciones que se consideran legítimas en los hombres, lo cual afecta a todas las mujeres, en todos los sectores. Romper las barreras que los perjuicios suponen son el principal desafío, lo cual va de la mano de la visibilización de la labor de las ingenieras.
-Es presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería desde el 2017. En estos años, ¿qué iniciativas se llevaron a cabo para promover la igualdad dentro y fuera de las aulas?
-La Comisión de Igualdad de Género de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería es muy activa, lo cual es fruto del grupo que la constituye. Desde la comisión asumimos dar visibilidad a las ingenieras como punto principal.
Señalaré dos acciones principales que son el programa de talleres para visibilizar las ingenieras en centros de ESO con la designación “Protagonistas, as enxeñeiras” en colaboración con el Campus Terra y con el Concello de Lugo, que se inició en el 2018 y retomamos este curso con la visita del IES Anxel Fole a la Escuela el pasado 6 de febrero con motivo del Día de la Mujer y de la Niña en la Ciencia en el que participaron más de 20 mujeres ingenieras y estudiantes de ingeniería; y los “Premios a TFG Enxeñaría e Muller Rural”, de los cuales ya vamos por la VIII edición y que ayer entregamos a tres ingenieras, alumnas egresadas, para nuestra celebración del 8M. En este caso, ponemos el foco en los proyectos y estudios que ingenieras realizaron para graduarse.
Además, colaboramos con todas las comisiones de Igualdad de Género del Campus en la conmemoración o celebración de días tales como el 15L, 25N, 11F, 8M, al tiempo que estamos en contacto con el grupo de investigación CienciaNOSA, que da traslado de mujeres pioneras a las que tratamos de darles mayor proyección dentro de nuestro ámbito, y con la Comisión de Normalización Lingüística con la que hemos organizado actividades. Todas estas actividades dieron como resultado en el 2019 la concesión, por parte del Concello de Lugo, del premio “Entre mulleres” para esta comisión.
-Poniendo la vista en el futuro, ¿qué objetivos marcarán la agenda de la Comisión en los próximos años?
-Nuestra idea es continuar con las acciones que estamos llevando a cabo: Protagonistas as enxeñeiras e Enxeñaría e Muller Rural, que son proyectos de futuro vinculados a dar protagonismo y luz al trabajo de las ingenieras, proporcionando referencias próximas en nuestro ámbito.
Pretendemos seguir trabajando por la igualdad, continuando con las reivindicaciones justas que hagan una sociedad mejor y más inclusiva, siempre abiertas a las necesidades de las mujeres, en particular de nuestro centro. Creemos que visibilizar y dar voz a las mujeres es crucial y ese es el camino que queremos seguir recorriendo.
-Por lo que respeta a su actividad docente e investigadora, es miembro del grupo de investigación BioMODEM, el cual coordinó durante más de cinco años. ¿Qué papel juegan la sostenibilidad, la eficiencia energética o la economía circular en la agricultura y el desarrollo del mundo rural?
-Heredamos sistemas productivos basados en la sobreexplotación de recursos naturales para la mejora de la productividad y estamos sufriendo las consecuencias que estos sistemas producen en el medio.
Por tanto, estamos ante la necesidad de redefinir el modelo productivo con dos objetivos fundamentales. Primero, proporcionar retribuciones justas para el digno trabajo de la producción de alimentos, vocación principal del medio rural, sin renunciar la prestación de otros servicios.
Segundo, y no menos importante, mejorar la sostenibilidad de los procesos productivos, de manera que este equilibrio permita fijar población en el medio rural al tiempo que se realza la figura del agricultor/a socialmente. Equilibrar estos dos aspectos requiere un cambio del modelo productivo que pasa necesariamente por mejorar la eficiencia energética en el ámbito agroforestal, de la racionalización de insumos, control de tensiones contaminantes sin olvidar que este es el sector con mayor capacidad de captura de CO2 y mejora del medio, por lo que es de gran interés social los posibles servicios ecosistémicos que el sector pueda ofrecer.
-La sociedad vive jornadas intensas la causa de las tensiones de ganaderos y agricultores en toda Europa. ¿Cómo podríamos desde su punto de vista encontrar puntos de encuentro para atenuar estas tensiones?
-Desde mi punto de vista, la normativa que establece la UE dibuja un destino muy deseable, pero no está considerando el punto de partida de muchos sistemas productivos, ni piensa en el camino a recorrer, ni en las personas que lo tienen que hacer.
Concuerdo en las necesarias medidas de protección del medio, pero es labor de las instituciones generar modelos sostenibles con técnicas factibles e incentivar su implementación, siempre proporcionando trabajos dignos para las personas del sector agroforestal, lo cual tiene que ser compatible con la necesidad de alimentos de la población, que a nivel mundial va en aumento. Esto requiere una inversión en investigación y transferencia de gran entidad en el medio agroforestal que no se viene realizando en las cuantías necesarias para poder cumplir con las exigencias que la propia Administración impone.
-También participó en diversos convenios y contratos con diferentes instituciones y empresas. Muchas de ellas, centradas en el sector porcino. ¿Cómo puede la investigación mejorar el bienestar de los animales o la sostenibilidad de las granjas?
-Pensemos en una granja de cría de animales durante la primera etapa, que en ganado porcino correspondería con animales desde el nacimiento hasta que pesan unos 18-20 kg. En esta etapa, el bienestar depende fundamentalmente del ambiente en el interior del alojamiento, es decir, de las condiciones de humedad, temperatura o concentración de gases tales como el CO2 y el NH3.
Las condiciones idóneas se van a conseguir mediante el empleo de sistemas de ventilación para extraer los contaminantes que se originan en el alojamiento y calefacción para aportar calor a las crías. Al ser instalaciones contrapuestas, el conocimiento de la evolución de estas variables a lo largo del ciclo, la interacción entre ellas y de la dinámica de las distintas instalaciones de climatización permite mejorar tanto la eficiencia energética evitando las pérdidas de sistemas tradicionales, al tiempo que se mejora el bienestar animal.
Pero para esto, es preciso realizar investigación, conocer la evolución, los efectos de la variación de las temperaturas exteriores, los efectos del crecimiento de los animales.
-¿En qué proyectos de investigación está trabajando actualmente?
-En la actualidad, continuamos trabajando para la mejora de la eficiencia energética, del bienestar animal y en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de granjas, para lo cual trabajamos de la mano de ganaderas y ganaderos con interés en mejorar su producción, así como con otros centros de investigación.
Estamos trabajando en nuevas metodologías para la predicción de concentración de gases en el interior de alojamientos para la mejora del bienestar animal y en la evaluación de emisiones de GEI procedentes de granjas de cebo de ganado porcino con el objeto de reducirlas. También está prevista nuestra colaboración con un grupo operativo para la determinación de los efectos del biochar sobre la emisión de GEI tanto en el almacenamiento como en la aplicación de los purines de ganado vacuno.