Javier Cancela: «En Galicia, las previsiones de alcanzar niveles de desertificación están muy alejadas»
La Tierra no recibe el nombre de planeta azul por casualidad. El agua es absolutamente indispensable para la vida. Pero es, al mismo tiempo, un bien cada vez más escaso. En este contexto, la búsqueda de vías para alcanzar una gestión sostenible de este recurso se erige como una prioridad. Por eso, con motivo del Día Mundial del Agua conversamos con Javier José Cancela Barrio, una referencia en este campo.
Han pasado veinte años desde que Javier Cancela publicó su tesis, Gestión integrada del agua en la cuenca alta del río Miño, y se convirtió en doctor Ingeniero Agrónomo por la Universidade de Santiago de Compostela. Desde entonces, el también profesor del Campus Terra ha continuado desarrollando su carrera profesional en este ámbito.
A lo largo de estas dos décadas, Javier Cancela Barrio ha investigado acerca de las necesidades hídricas de distintos cultivos en Galicia, como el maíz forrajero, el aguacate, la manzana, el lúpulo o los viñedos, poniendo el foco en los efectos del agua y los nutrientes.
Un trabajo que, como explica a continuación, aspira a maximizar la calidad y la producción de los cultivos y a mejorar la gestión de los sistemas de riego, con el objetivo de promover un uso responsable y sostenible del agua.
Hablar con él es un auténtico placer. Especialmente en un día como hoy.
-Según la OMS, 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?
-La falta de acceso a agua potable es desafortunadamente una realidad en muchas regiones del mundo, donde el exceso de población, la falta de recursos hídricos o la inexistente gestión del agua generan situaciones críticas para la vida.
Desde nuestro territorio, y en base a la experiencia en la gestión de los recursos hídricos, organizada en España a través de los organismos de cuenca (Confederaciones Hidrográficas) debemos facilitar la transferencia del conocimiento y la aplicación de la Gobernanza del agua en su sentido más amplio, permitiendo que aquellas regiones con problemas de acceso a los recursos hídricos mejoren su situación actual. Por tanto, la transferencia y capacitación del personal responsable de la gestión del agua es un aspecto clave en el que es posible contribuir desde Galicia.
No podemos olvidar la necesidad de mejorar la Digitalización del agua, en todos sus sectores, donde la tecnología propia desarrollada en Galicia es transferible y aplicable en aquellos territorios donde su desarrollo no es viable por falta de medios. Cabe añadir que, dado que el ciclo del agua se extiende de forma global en todo el planeta, la concienciación y el uso responsable de los recursos hídricos en nuestro territorio facilitará la sostenibilidad del uso del agua, más cuando se realiza desde una visión integradora de su gestión.
-Galicia siempre ha sido una tierra con una gran abundancia de recursos hídricos. Razones climáticas y naturales aparte, esta realidad se ha podido mantener a lo largo del tiempo gracias a un ecosistema económico sostenible. ¿Cuáles son las claves de este modelo de producción que cuida de un recurso tan preciado como el agua?
-El aspecto clave en la gestión del agua en nuestro territorio ha sido la disponibilidad hídrica, casi continua a lo largo de todo el año. Los volúmenes de recursos hídricos disponibles se encuentran relacionados con las importantes precipitaciones anuales, si bien cabe destacar que la irregularidad en las precipitaciones en los últimos años, así como su intensidad, han generado situaciones críticas en el abastecimiento de agua para la población, como a finales de 2023.
Los diferentes sectores empleadores del agua en Galicia han coexistido hasta la actualidad sin conflictos, más allá de los impactos derivados de las infraestructuras hidroeléctricas que se ejecutaron a mediados del siglo pasado. La disponibilidad de recursos hídricos, unida a un uso sostenible de los recursos hídricos, ha propiciado que el modelo económico se haya mantenido en las últimas décadas.
En los últimos años se han incrementado las situaciones de alerta climática por falta de recursos, bien para el uso de boca, bien para la agricultura, lo que nos ha llevado a la necesidad de mejorar la gestión del agua (uso sostenible/responsable, estructuras de almacenamiento, regulación de caudales, reutilización del agua,..) para garantizar la disponibilidad de recursos hídricos en el momento adecuado. La elevada presión turística y demanda de agua de los cultivos en los meses de verano requiere de medidas eficaces que garanticen el recurso hídrico, manteniendo el ecosistema sostenible que hasta el momento hemos tenido en Galicia.
-Actualmente, la presión hídrica está alcanzando niveles críticos, imposibilitando una gestión sostenible de los mismos. ¿Qué medidas se pueden tomar para revertir esta situación?
-La incorporación de la Digitalización del sector del agua, aplicando modelos predictivos de las situaciones futuras, ayudará a anticipar las medidas a utilizar. Este aspecto, ligado al uso ordenado de los recursos hídricos, donde se ponga especial énfasis en asegurar la disponibilidad de agua de calidad para la población, sin olvidar cubrir la demanda de agua para el ganado y la producción de alimentos, resultan claves.
La reciente entrada en vigor, 26 junio de 2023, del Reglamento (UE) 2020/741 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de mayo de 2020 relativo a los requisitos mínimos para la reutilización del agua, consolida la posibilidad de reutilizar el agua en su más amplio sentido, dando un segundo, tercer… uso de forma sostenible y resiliente. Esta línea de trabajo ha sido poco estudiada en nuestro territorio, por lo que su análisis detallado será crucial para su implantación, tal y como pretende el proyecto I-REWATER (INTERREG SUDOE) recientemente iniciado, y liderado desde el Grupo de Investigación PROEPLA del Campus Terra de la USC.
-La desertización es un problema acuciante: ya se están empezando a mostrar síntomas de esta en zonas históricamente húmedas. ¿Cuáles pueden ser sus efectos a corto plazo? ¿Se pueden paliar algunos de sus efectos más nocivos?
-La desertificación está fundamentalmente generada por las actuaciones humanas, explotación intensiva del suelo (sobreproducción), deforestación…, así como por el cambio climático. En Galicia, las previsiones de alcanzar niveles de desertificación están muy alejadas en el ámbito temporal, al menos cuando comparamos nuestra realidad con la del sur de España. Este aspecto es debido a una agricultura sostenible y respetuosa con los recursos, así como a la presencia de masas forestales que conservan el suelo y cumplen su función dentro del ciclo hidrológico del agua.
Las principales acciones a realizar pasan por el mantenimiento de una agricultura conservacionista, que respeta los límites de los suelos gallegos, empleando prácticas agronómicas como el uso de cubiertas vegetales, y minimizando el uso de productos químicos que alteran las propiedades del suelo, limitando su producción a futuro.
-En sus últimas investigaciones, ha hablado sobre la necesaria implantación de irrigación en cultivos que hasta ahora no la necesitaban. ¿Está preparada Galicia para la implementación de estas técnicas a gran escala?
-Las necesidades hídricas de los cultivos están influenciadas por las condiciones climáticas, los incrementos en las temperaturas y la errática distribución de las precipitaciones, que han generado una necesidad creciente de aportar agua a través de sistemas de riego. Tradicionalmente Galicia ha sido una región con riegos de complemento/acompañamiento que suplementaban los aportes de las precipitaciones, si bien en la actualidad cultivos como el maíz forrajero, como base de la alimentación animal en muchas explotaciones de ganado vacuno lechero, requiere del agua durante los meses del verano para alcanzar desarrollos que garanticen su sostenibilidad económica.
Las estructuras de riego disponibles en Galicia se limitan a captaciones en cauces y/o pozos, los cuales en la época estival no cuentan con capacidad para recargarse al nivel de los requerimientos hídricos necesarios. La existencia de grandes infraestructuras de riego, a través de la modernización de las Comunidades de Regantes (CCRR), se limita a la actuación en la provincia de Lugo (Terra Chá), y a dos actuaciones en Ourense (Limia), con una nueva actuación en curso.
Por todo ello, se concluye que existe un requerimiento de inversiones en instalaciones de riego (CCRR, en Galicia existen más de 400 censadas, aunque la mayoría de escasa superficie), o la mejora de los sistemas de almacenamiento de agua durante el invierno/primavera para su uso en la época de estío. Todas las mejoras en las instalaciones deberían conllevar una reordenación de la propiedad de la tierra, persiguiendo obtener unidades de explotación eficientes, y que minimizaran las inversiones en los sistemas comunitarios de regadío.
-Usted ha investigado y publicado también sobre el uso de drones en el sector de la viticultura, ¿en qué medida esta tecnología está ayudando a las bodegas y a los viticultores a optimizar sus viñedos?
-Nos encontramos en una fase de empleo de los drones en donde se realiza la caracterización intra-parcela de un viñedo, obteniendo una cartografía de los mismos, que ayuda a la obtención de zonas de manejo diferencial. En curso, se están llevando a cabo actuaciones para su uso en la aplicación de fitosanitarios, persiguiendo reducir las cantidades a aportar, según el diagnóstico previo derivado de imágenes adquiridas con los propios drones.
Existen otros campos de aplicación, como la estimación de cosecha y de necesidades de abonado, o el uso de drones terrestres, para diferentes usos, todos estos con gran potencial de mejora, basados en los procesos de aprendizaje que emplean la inteligencia artificial.
-En los últimos años hemos visto episodios de sequía graves. ¿Cree que vamos a asistir a cambios drásticos en la distribución de los cultivos?
-Totalmente de acuerdo, las alteraciones climáticas y la existencia de un mercado global supondrán cambios en los cultivos que actualmente producimos en Galicia. Como ejemplo se puede mencionar la introducción del aguacate en el sur de Galicia, y más recientemente en el norte de Galicia, lo que es un claro indicador de que un cultivo subtropical se adapta a las condiciones actuales.
La población demanda cada vez más un producto de cercanía, lo que representa una clara oportunidad para Galicia, al existir la capacidad de producir una mayor variedad de cultivos. Debemos dirigirnos a producciones de cercanía y sostenibles, las cuales deben utilizar los recursos disponibles de forma sostenible.
El empleo de técnicas respetuosas con el medio, cumpliendo con los parámetros establecidos en la agricultura ‘ecológica’, o la agricultura regenerativa, son opciones de cultivo que en nuestra tierra tienen cabida, y que debemos aplicar, en la búsqueda de un modelo de producción de proximidad, maximizando el beneficio de los productos/alimentos obtenidos y garantizando la disponibilidad del suelo para las generaciones futuras.