Yago Lestido Cardama: «La sostenibilidad del monte no se improvisa: necesitamos cuantificar cómo lo gestionamos»
Yago Lestido Cardama, investigador predoctoral del Grupo de Investigación Proyectos e Planificación (PROePLA) del Campus Terra, focaliza su labor investigadora en el ámbito de la gestión forestal sostenible, con especial atención a la creación de nuevas metodologías que permitan comprender, medir y comparar cómo se gestionan realmente los montes en distintos contextos productivos y de conservación.
Ingeniero de Montes por el Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela, en el centro de su tesis está el desarrollo de un índice cuantitativo de intensidad de gestión forestal, una herramienta pionera que integra dimensiones productivas, económicas y de dedicación temporal, y que busca abrir nuevas posibilidades para la toma de decisiones en el sector forestal.
A partir de modelos silvícolas autonómicos, estatales e internacionales, Yago investiga cómo afectan los distintos itinerarios de gestión a los servicios ecosistémicos, al comportamiento del suelo o a la capacidad de captura de carbono de los montes.
Actualmente compagina esta investigación con la docencia en diversas titulaciones, en las que apuesta por metodologías activas orientadas al desarrollo de competencias reales en gestión de proyectos.
-Un análisis de su currículo señala que quizás está orientando su carrera profesional hacia la gestión forestal sostenible. ¿Es así o hay otras áreas de interés que te atraen especialmente?
-Así es, mi investigación está centrada principalmente en la gestión forestal sostenible, teniendo en cuenta todas las funciones que puede tener el monte, desde la gestión para la producción de bienes y servicios hasta la gestión para la conservación del medio natural.
-Uno de los ejes centrales de su tesis es el desarrollo de un índice cuantitativo de intensidad de gestión forestal, un ámbito para el cual apenas existían metodologías consolidadas. ¿Qué vacíos científicos busca cubrir con este índice y qué posibilidades abre para la toma de decisiones en el sector forestal?
-Con el nuevo índice de intensidad de gestión forestal se pretende cuantificar de manera exacta el grado de manejo que se hace de los montes, ya que muchas veces se clasifica la gestión forestal como alta o baja, pero pocas herramientas cuantitativas existen para evaluar estos itinerarios silvícolas y así poder compararlos.
Además, este índice tiene en cuenta aspectos tanto productivos, como económicos y también refleja el tiempo que requiere por parte de los gestores ejecutar los diferentes esquemas de gestión. Por lo tanto, esta herramienta también puede servir de apoyo a la hora de tomar una decisión sobre qué itinerario silvícola va a escoger el silvicultor en función de los recursos económicos y de tiempo de los que disponga.
-Trabaja con modelos silvícolas tanto de la Xunta de Galicia como a nivel estatal. ¿Qué le aporta esta combinación de escalas a la hora de evaluar los efectos de diferentes escenarios de gestión?
-Lo que se está buscando con este índice es que recoja el mayor espectro posible de itinerarios silvícolas, para que puedan hacerse comparaciones a nivel global. Comenzamos haciéndolo a nivel autonómico para testearlo, debido al elevado grado de definición que tienen los modelos de la Xunta de Galicia, y posteriormente se testeó a nivel nacional para aumentar ese abanico de posibilidades, incluyendo desde la gestión en masas maduras con fines de conservación en los Pirineos, hasta los cultivos de chopo de corta duración para obtención de biomasa.
En un futuro pretendemos testearlo con modelos silvícolas empleados en el noroeste de los Estados Unidos.
-Participó en el proyecto nacional CONGESTION, centrado en la relación entre intensidad de gestión y provisión de servicios ecosistémicos. ¿Qué aprendizajes destacaría sobre cómo se pueden equilibrar producción, conservación y sostenibilidad?
-Uno de los aspectos destacables es que los modelos multifuncionales que simulan los naturales e incluso los objetivos de conservación requieren cierto nivel de gestión.
Podemos decir que el monte que hoy tenemos en la mayor parte del territorio precisa cierto grado de gestión para no caer en el abandono. Hoy en día, está bastante demostrado que el abandono es uno de los grandes problemas, y mucho más en aquellos territorios donde los fuegos forestales son una gran amenaza, como es Galicia.
-Parte de su investigación incorpora el análisis térmico y de la calorimetría del suelo y la materia orgánica, en colaboración con especialistas en edafología. ¿Qué potencial tienen estas herramientas para evaluar el impacto real de la gestión forestal sobre los suelos?
-En un estudio reciente estudiamos la sensibilidad del análisis térmico y la calorimetría para ver la respuesta del suelo a diferentes intervenciones forestales como los desbroces.
Esto demostró que estas actuaciones causan la pérdida de la materia orgánica puesto que favorecen la respiración microbiana del suelo, evolucionando esta hacia un estado más oxidativo. Con esto vemos que el suelo es sensible a las prácticas que realizamos en los montes, y que para tomar decisiones es importante conocer cómo afecta la gestión forestal al medio edáfico.
-Actualmente trabaja en líneas relacionadas con la compra voluntaria de carbono en distintos modelos silvícolas. ¿Cómo ve el papel del sector forestal gallego en estas compras y qué retos científicos quedan por resolver?
-El papel del sector forestal gallego es muy relevante puesto que 2/3 del territorio son forestales y en muchos lugares hay altas tasas de crecimiento, por lo que puede generar volúmenes relevantes de captura de CO2 si se aplican modelos silvícolas orientados al secuestro.
Aún es un mercado emergente, por lo que quedan muchas cosas por resolver. Uno de los temas que nos suscita curiosidad son las metodologías que se van a emplear para efectuar los pagos a los promotores de los proyectos de carbono.
-Ha impartido docencia en titulaciones muy diversas —desde Ingeniería Forestal hasta Robótica o Bioquímica—, centrada en dirección y gestión de proyectos con metodología PM2. ¿Qué valor cree que acerca esta competencia transversal al futuro profesional del alumnado?
-Pienso que estas materias ponen al alumnado en situación antes de aterrizar en el mercado laboral, ya que hacen trabajos en grupo que simulan situaciones reales en empresas sobre la gestión de proyectos.
Llevan acabo tareas que van desde definir el alcance del proyecto hasta la realización de presupuestos e incluso análisis de riesgos, al mismo tiempo que conocen la lógica de funcionamiento de las empresas.
-Sus clases son eminentemente prácticas y dinámicas. ¿Qué papel juega esta metodología activa en la adquisición de habilidades aplicadas a la ingeniería y a la investigación?
-Las clases interactivas ayudan la que el alumnado desarrolle las prácticas en un entorno de trabajo similar al que van a encontrar en el mundo laboral. Los profesores adoptamos un rol de supervisión y seguimiento al mismo tiempo que vamos ayudando y aportando feedback constante.
Cuando tienen dudas, procuramos ayudar a que desarrollen habilidades de resolución de problemas y de toma de decisiones para llevar a cabo sus proyectos con éxito.
-¿Qué le diría a un chico o a una chica sobre su experiencia en el Campus Terra tanto como alumno primero como ahora como investigador y docente?
-Como alumno pienso que el Campus Terra ofrece un espacio muy amistoso para formarse, ya que en mi experiencia la tranquilidad del entorno y la cercanía y conocimiento de los docentes ayudó para estudiar el grado y el máster.
Como investigador y docente diría que la oferta y la especialización del Campus Terra es estratégica para Galicia, siendo el nicho de grandes profesionales que ejercen una labor clave en el desarrollo y competitividad de sectores como el ganadero o el forestal.
-Mirando hacia el futuro, y desde su punto de vista, ¿cuáles considera que son los grandes retos científicos y técnicos para avanzar hacia una gestión forestal más sostenible, cuantificable y basada en evidencias?
-Pienso que uno de los problemas que hoy en día tenemos que resolver en el sector forestal es el abandono del rural, que está relacionado con grandes problemas como los fuegos debido a la falta de gestión.
Este problema pienso que hay que afrontarlo mostrando la oportunidad que brindan nuevos mercados como el del carbono, por ejemplo, para la rentabilidad del monte. Otros retos pasan por integrar el clima, así como combatir las plagas que van llegando o caminar hacia modelos de gestión multifuncionales.